Corrientes, la provincia con más yaguaretés libres, se afianza en producción de naturaleza y turismo

9/10/2025

Ya son entre 35 y 40 los ejemplares que viven en libertad en los Esteros, y se integran a una cadena de especies con su rol firme. Cada vez más, se los puede avistar en los paseos. Desde 2018, cuando nacieron los primeros cachorros, comenzó para la provincia una nueva era. El tiempo de los yaguaretés libres marcó un hito con la liberación de los primeros ejemplares en 2021.

Desde la visión de recuperar especies extinguidas hace más de 70 años en la región hasta la realidad que se puede ver cada día en los Esteros del Iberá parece que hubieran pasado siglos. Y aunque no han sido tantos, en los últimos años desde la liberación de los primeros ejemplares hasta ahora, la familia de yaguaretés que viven, coexisten con otras especies que estaban también en peligro, cazan, se reproducen y ya pueden ser observados por visitantes y habitantes de la zona, son cada vez más.

A través de un video, la fundación Rewilding Argentina compartió imágenes captadas con cámaras trampa que ilustran esa evolución. Lo publicaron en redes sociales bajo el título de “Iberá Renace en 30 segundos”. Y relata lo siguiente: “En un monte en el corazón de Iberá, una cámara trampa registra a Karaí, quien fuera liberada en enero de 2021 cuando era una cachorrita de solo cuatro meses. Detrás aparece Poo Guazú, uno de los cachorros de su tercera camada, con la caza del día entre sus fauces: un mono carayá. Segundos después, el joven yaguareté es sorprendido por un pecarí de collar que lo persigue. Momentos más tarde, la familia de pecaríes sigue merodeando por el monte con su cría. Aunque no fueron los últimos ese día, al finalizar la tarde, Karaí y sus dos cachorros, Poo Guazú y Mimbí (un macho y una hembra) retozan frente a la cámara”, describen.

A modo de reflexión, desde la organización que fue pionera en la reintroducción de estas especies y forma parte del Comité Iberá, destacaron: “Hace pocos años, en estos montes no había yaguaretés ni pecaríes, y los monos carayá eran escasos. Hoy podemos volver a observar estas interacciones. El rewilding (reintroducción) los ha traído de vuelta y el Iberá es un ecosistema cada vez más completo, funcional y bello”.